Los dolores pueden arruinar nuestra calidad de vida. Estos pueden variar en intensidad y aparecer en casi cualquier parte del cuerpo, haciendo que en ocasiones sea muy complicado hacer algunas de las tareas cotidianas que sin dolor resultan simples. Por ejemplo, factores laborales como las largas jornadas de trabajo, las relaciones tensas o vivir en un entorno caótico y con mucho tráfico pueden contribuir al estrés. Esto a su vez, puede provocar síntomas como el dolor de cuello tensión muscular y dolor de hombro. Además, actividades como caminar pueden causar dolor en las piernas, y uno de los más molestos es el dolor de cabeza o la migraña que pueden ser tan intensos que te incapacitan para hacer cualquier cosa.
Pero por fortuna contamos con los analgésicos que nos podrán ayudar a disminuir estos síntomas, aquí te contaremos más.
¿Qué es un analgésico?
Los analgésicos son medicamentos desarrollados para reducir o aliviar los dolores generales del cuerpo como puede ser el dolor de cabeza, dolor de hombros y dolor en el cuello entre otros. Hay muchos tipos de analgésicos disponibles en el mercado, teniendo cada uno sus propias ventajas y riesgos de efectos secundarios, que se suman a la forma en la que cada organismo los procesa. Actúan impidiendo que las células nerviosas puedan transmitir el dolor entre sí, evitando con esto que el mensaje de malestar llegue al cerebro y así la persona no sienta dolor.1
¿Cuáles son los distintos tipos de analgésicos?
Estos se dividen en 4 tipos principales, los cuales dependiendo su intensidad pueden requerir o no una prescripción médica y control por algunos gobiernos.2
- AntIinflamatorios No Esteroideos (AINE) – Prescritos para Dolores Leves. Esta clase de medicamentos tienen la peculiaridad de que poseen dos efectos positivos para el control del dolor. El primero es el efecto antiinflamatorio, que por sí solo puede disminuir el dolor, pero además cuentan con la peculiaridad del efecto analgésico. Incluso existen algunos medicamentos que hasta poseen un tercer efecto como pudiera ser el ácido acetilsalicílico y su efecto antipirético.
- Opiáceos débiles – Prescritos para Dolores Moderados. Requieren prescripción médica.
Opiáceos fuertes – Prescritos para Dolores Severos. Requieren prescripción médica.
Fármacos coadyuvantes – Se prescriben como un complemento a otros analgésicos, su función es la de potenciar su efecto. Requiere prescripción médica.
Aspirina® con efecto analgésico
Aspirina® con su activo de ácido Acetilsalicílico, es un analgésico muy versátil que además como te mencionamos, por tener la función de ser antiinflamatorio y antipirético, resulta muy eficiente a la hora de combatir diversos tipos de dolor. Pertenece al grupo de los AINE y fue el primer antiinflamatorio comercializado (desde finales del siglo XIX). Su efectividad está ampliamente comprobada a través de todos estos años, siendo uno de los principales medicamentos para combatir dolores de cabeza, migrañas, oídos, trastornos reumáticos y otros.
La aspirina es el único que se une de forma irreversible a la ciclooxigenasa; siguiendo un mecanismo de acción que deriva como resultado en “salicilato”, siendo la sustancia que realmente tiene propiedades analgésicas y antipiréticas. Impide la adecuada comunicación de los receptores del dolor, derivando en el bloqueo del mismo. Contando con un efecto duradero cercano a las 6 horas.
