El estilo de vida sedentario tiene como consecuencia que la gente no se mueva lo suficiente como para mantener sus músculos fuertes y estables. Si los músculos están débiles, no pueden soportar adecuadamente la columna vertebral, lo cual, a su vez, ocasiona dolores de espalda. Para empeorar las cosas, el dolor causa una contracción muscular adicional que, si no se trata, puede ocasionar nuevos dolores de espalda. Si tus nervios se irritan, aumenta tu estrés y no mantienes un adecuado tratamiento pueden aparecer nuevos dolores tensionales como el dolor de hombros, dolor de cuello o incluso dolor de cabeza.
Diagnóstico para el dolor de espalda
Antes de siquiera considerar qué hacer para aliviar el dolor de espalda, es importante que consideremos un paso previo, un diagnóstico, que nos servirá para conocer el punto de partida. Si has tenido una lesión reciente o un dolor en la espalda que no ha desaparecido en un tiempo considerable, lo recomendable es que acudas al médico para que pueda valorar la gravedad de la lesión y recomendar cuál es el mejor tratamiento por seguir.
Es posible que el médico haga un par de pruebas físicas para evaluar tu caso como pudieran ser pedirte que te pongas de pie, caminar, levantar las piernas o sentarte, entre otras. De igual forma, si lo considera necesario podrá solicitarte realizar estudios especializados para obtener un apoyo adicional en su valoración:
- Radiografía
- Resonancia magnética
- Análisis de sangre (por ejemplo, por si es que su sospecha puede orientarse a una posible infección).
- Estudio de los nervios